30 oct 2009

Quedan al descubierto los azulejos originales de la estación del Passeig de Gràcia


Arqueología en el suburbano barcelonés.

Las obras que lleva a cabo el Departament de Política Territorial en la estación de metro de Passeig de Gràcia (Aragón) han permitido hacer un valioso descubrimiento. Debajo de viejos muros y paredes grisáceas, que ahora están siendo reformadas para instalar dos ascensores desde el vestíbulo hasta los andenes, han aparecido, como si no hubiera pasado el tiempo, los flamantes azulejos que decoraban el llamado Gran Metropolitano de Barcelona de hace 85 años.


"Tenemos muy pocos restos del pasado histórico del metro de Barcelona, es muy importante mantener estas baldosas", afirman Marçal Guardiola y María José Luque, responsables de la asociación de amigos del Metro, que se da cita en el foro de Transport.cat y en el grupo Amigos de Patrimonio Histórico de TMB del Facebook. "El metro barcelonés es aburrido, sin valor para ciudadanos y turistas más que el puramente práctico, un lugar del cual queremos salir cuanto más rápido, mejor", afirman. Y añaden: "Si vamos a Londres, probablemente volvamos con un souvenir de su Underground, y en París seguro que nos haremos una foto en una de las bocas de acceso Art Nouveau. ¿Por qué no pasa eso en Barcelona? Debemos recuperar el alma de nuestro metro y ponernos a la altura del resto de ciudades europeas".


Se trata de piezas de gran valor tanto artístico como social", añade Luque. Por ello, reclaman, tanto a los responsables de la obra, como a TMB, que los mantengan intactos. "El único lugar donde pueden estar estas baldosas es donde están actualmente, en la estación original, debidamente limpiadas y restauradas y con el entorno adaptado a las necesidades de hoy en día", afirma Guardiola. "Sería muy interesante, añade, colocar un panel informativo, explicando el origen de los restos y la función que tuvieron en su momento, que eran puntos de luz que dejaban pasar la claridad natural".


Fuentes de TMB desconocen cuál será el destino final de los azulejos. "No está decidido, podrían tanto quitarlas y poner unas nuevas, como mantenerlas", afirman desde la compañía. Desde la administración catalana también se ignora este extremo. "Estamos de acuerdo con que hay que modernizar las instalaciones de metro colocando ascensores y escaleras mecánicas, pero estas obras no deben servir de excusa para eliminar los elementos históricos que aún se conservan, sino al contrario, para recuperar los que aún quedan escondidos detrás de los anodinos, impersonales y poco duraderos paneles de plástico que han cubierto las paredes de nuestro metro en los últimos años", afirma Luque.

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